¿Me buscabas a mi?

No, que estupidez; ¡cómo me iba a buscar a mi! que locura. Si él hace tiempo que me olvido y en engaños me enredó y yo aquí, aquí entre tantos folios rotos, aquí lloro yo. Ahora al menos sé que no puedo convertir un sueño en una realidad, y que el ayer tan solo fue el primer capítulo de una historia con final (y sí, ahora al menos lo sé). Pero sigo siendo distinta, no me contento con haber encontrado la realidad si aún no me encontré a mi; o tal vez esta soy yo y tanto tiempo caí rendida hacia una estúpida y creíble realidad que me mentía. ¿Y sí no vuelvo a cambiar? espero no correr el riesgo de ser yo; espero haber aprendido. Nada volverá a ser como antes cuando era una persona alegre e incontrolable que le cantaba al mundo y aun lo hace, a escondidas. Espero ser bienvenida ahora por fin, que soy producto irreal en un mundo que jamás tendrá significado; o lo tendrá pero no lo saborearé, ¡tal vez nadie lo saboree! Pero ahora perdí todo lo que jamás se ha podido recuperar, ahora desperté tras un sueño que parecía no terminarse y ahora me dedico a asesinar pesadillas las cuales siempre reviven en mi interior. Mi conciencia me grita en el silencio que todo va estar muy bien pero eso no cambiará nada. Por un momento me alegro de haberlo sabido, mejor ir haciéndome ahora a la idea que rendirme después; nada vale arriesgar en un juego que no me gusta, pero no puedo hacerlo pues yo sé que es vivir con ese peso entre mis manos y yo no seré tan estúpida para hacérselo sentir a los demás. ¿Y si mañana se encuentra otro camino en mi mismo camino? esta vez abriré los ojos para sentirlo y vivir. Quisiera que sí.