Comprenderás que no podemos ser eternos. Que estamos creados para vivir deprisa y que ningún segundo es un juego.
Y vivimos leyendo historias, cada una de un tipo; y no entendemos, que nuestra historia, nuestra vida, es de todo tipo: terror, intriga, amor,…
Y nos lo jugamos todo a la suerte… Todo. Sin excepciones. Sin límites. Entonces, convertimos la suerte en la única opción que nos da la vida… Y es, que la única opción que nos da la vida es esa.
No nos empeñemos en no encontrar la suerte, tratando de huir de ella por si fuera mala; entonces, sí. La vida entonces sí sería un juego.
[Ahora es cuando te puedes dar por fin cuenta, que ni tu sonrisa puede cambiar el mundo… Y aun que duela… es la verdad, y la verdad duele; pero la mentira mata. ]